Discutir sobre el sexo de los ángeles.

Se cuenta que cuando los turcos estaban a punto de conquistar la ciudad de Constantinopla, los sabios de Bizancio, en lugar de de preocuparse de defenderse de los enemigos, perdían el tiempo discutiendo acerca del sexo de los ángeles. De ahí que la locución sirva para referirse a aquellas discusiones sobre asuntos poco prácticos o importantes, sobre todo cuando hay temas más importantes de los que preocuparse.

Huida de San Pedro de Jerusalén.

Cuando el artista pintó esta escena de la vida de San Pedro en las paredes de la catedral de Mondoñedo, Constantinopla ya había caído en poder de los turcos. En ella se muestra el pasaje de los Hechos de los Apostoles en que San Pedro es sacado de la prisión por un ángel en la que Herodes le tenía prisionero con el fin de martirizarlo.

Don José Villaamil y Castro, descubridor y estudioso de estas pinturas en la segunda mitad del siglo XIX, describía a la criatura celestial como "figura de gallardo mancebo de agradable rostro y entrelazados rubios cabellos, vestido de amplia túnica de color claro" que señala con una mano el lugar al que se dirige mientras que con la otra coge al Santo. Simonetta Dondi, conservadora del museo diocesano de la catedral va más allá en la interpretación de la escena y ve claramente en el ángel una figura femenina, no solo por los rasgos de su rostro si no por la manera en que cruza los brazos sobre el pecho, con el fin de evitar mostrar las turgencias de sus senos bajo la túnica.

Quizá el autor quiso expresar la duda sobre el sexo de los ángeles pintando caracteres masculinos y femeninos desde una posición de calculada ambigüedad.

De las pinturas murales de la catedral ya he hablado en esta Rincones de la Mariña, aunque cada vez que vuelvo a Mondoñedo, Simonetta me revela un secreto.


Fuentes:

JOSÉ VILLA-AMIL Y CASTRO, “Pinturas murales de la catedral de Mondoñedo”, Museo Español de Antigüedades, I, 1872, pp. 220-233 (cap. III, pp. 225-230 para las escenas de la vida de san Pedro). Disponible en línea: http://archive.org/stream/gri_museoespanol01muse#page/n279/mode/2up

2 comentarios:

  1. Con todo el cariño, creo que se debería cambiar el "hay" de la frase "...de hay que la locución sirva..." por "de ahí que la locución sirva..."
    Cordiales saludos desde Quito, Ecuador

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