Lo que el temporal se llevó.

San Ciprián tenía su arco, en la ensenada de la Caosa, cerca de la playa del Pericón.

Arco cerca de la playa del Pericón, fotografiado en el año 2012

No era tan rotundo como los que a modo de arbotantes han rebautizado la playa de evocador nombre de Augas Santas por la del turístico de As Catedrais.

Tampoco era de pizarra ni de cuarcita, solo de arenisca y conglomerados, fruto de la erosión de los suelos que se asientan sobre el sustrato granítico, que por el capricho de las fuerzas del mar y del viento dejó al terreno de semejante forma. Pero resistía con humildad los embates del mar Cantábrico hasta que los fortísimos temporales invernales del año 2014 acabaron con él dejando apenas su base.

Lo que queda del arco, fotografía del año 2015.

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