El Camiño Real de Cervo.

En la primera vez que visité la Mariña anduve por este camino. No sabía nada, y desde mi ignorancia me pareció pretenciosa una señalización en piedra con las palabras Camiño Real, que indicaba la senda por el que la paisana de un caserío cercano atendía a su ganado. Se me antojaba que un camino con tal cualidad sería como el Camino Real de Castilla, hoy la M-500, más conocida como la Carretera de Castilla. 

Camiño Real, que va desde las antiguas fábricas de Sargadelos a Cervo.

Bastaron apenas unos metros de recorrido para darme cuenta de que no se trataba de una vulgar senda ya que al poco se transformaba en pista de firme horizontal y ancho considerable, bien pavimentada, mampostería en las laderas para evitar los desprendimientos, en sus márgenes construcciones y molinos en estado ruinoso y puentes sobre el río Xunco.

En el Diccionario de la lengua española (DRAE) se define camino real como "El construido a expensas del Estado, más ancho que los otros, capaz para carruajes y que ponía en comunicación entre sí poblaciones de cierta importancia". Ahora sé que me encontraba en las tierras donde Antonio Raimundo Ibáñez Llano y Valdés, marqués de Sargadelos, consiguió la Cédula Real para levantar su complejo industrial el cinco de febrero del año 1791 por los recursos que ofrecía la zona. También sé de las ideas ilustradas del marqués, su interés por desarrollar la industria en la zona, primero el hierro y después la cerámica, de las armas y munición fabricadas para la guerra de la Independencia; de sus conflictos con la nobleza, el clero y los lugareños, de su desgraciado fin...

En los Rincones de la Mariña recorreremos el impresionante legado que el marqués dejó en la Mariña.