Los musulmanes llegaron a la Mariña en el siglo VIII, destruyeron Britonia en el 738, pero no mostraron mucho interés en quedarse.
Cascada del Santo Estevo do Ermo. Salto de agua de unos 15 metros del río San Esteban. |
Los cielos grises, el clima lluvioso y el terreno abrupto no eran de su gusto, preferían los fértiles valles soleados del sur, por lo que a Alfonso I no le costó mucho expulsarlos en el año 742.
Ya no volvieron más a estas tierras.
Cerca de la parte superior de la cascada hay una huellas labradas en la roca. Según cuenta la leyenda, las dejó marcadas el caballo de Santiago cuando rebasó el valle de un milagroso salto, consiguiendo así escapar de los moros.
Nota:
Esta fotografía forma parte de la exposición fotográfica Rincones de la Mariña (Recunchos da Mariña).
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